Tanto en hombres como mujeres, el cáncer de pulmón se posiciona como la primera causa de muerte por cáncer en el mundo. Y una de las razones es que, en la mayoría de los casos, se diagnostica en forma tardía, es decir cuando la enfermedad ya está instalada en el organismo, por lo tanto, si bien los tratamientos son cada vez más sofisticados, tratarlo no da los mismos resultados que si se detecta a tiempo. Sin embargo, buena parte de los pacientes, logra mejorar su sobrevida, y alargar el tiempo de las recaídas o recidiva.

A veces el diagnóstico de esta enfermedad tarda y hasta se puede confundir con otras afecciones típicas de un fumador: tos persistente, ronquera, falta de aire, entre otros. El problema se descubre, por lo general, a través de un estudio común como una tomografía computada. Hay que tener muy en cuenta, que son fundamentales los controles preventivos en quienes han tenido un padre, hermano o hijo con cáncer de pulmón, ya que es un antecedente importante a la hora de evaluar los riesgos de tener esta enfermedad.

¿Esta patología se puede evitar?

Los especialistas responden que, evitando los factores de riesgo como fumar, disminuye notablemente la posibilidad de padecer este cáncer (también dejar de fumar baja los riesgos). Pero no solo es un problema de los fumadores y fumadoras, sino también hay otros factores que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, la exposición a sustancias químicas, al gas radón producido por una descomposición del uranio, muchas veces presente en rocas, suelos y en el agua que llega a los hogares. A esto se suma el estar en contacto con el níquel, el hollín o el alquitrán que muchas veces se convive en los lugares de trabajo.

Al igual que muchas patologías, la predisposición genética influye y más cuando se le suman el tabaquismo, ante todo. Las estadísticas muestran también que hay un porcentaje bajo de personas que nunca fumaron y sin embargo contraen cáncer de pulmón (se estima que es alrededor del 20% del total de pacientes). Hay que saber que se hace hincapié en los fumadores porque se ha comprobado que el tabaco daña las células que recubren los pulmones, por eso se asocia tanto con el hábito de fumar. Los números indican que fumar es la causa de 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón entre los hombres y 8 de cada 10 casos entre las mujeres. Un dato importante a tener en cuenta es que los suplementos de betacarotena (pigmentos que dan color anaranjado y rojos a algunos alimentos), no son recomendables en altas dosis y a largo plazo.

Dos grupos

La identificación del tipo de célula afectada, es fundamental para saber la gravedad de la enfermedad y poder enfocar mejor el tratamiento y las expectativas de vida de los pacientes. Hay dos tipos de cáncer: el de células pequeñas (microcítico), de características muy agresivas y que se da mucho en personas fumadoras. Según las estadísticas afecta más a hombres que mujeres y representa solo un 15% de todos los tumores malignos.

El otro tipo es el de células no pequeñas es el más frecuente y se da más en mujeres que en hombre. Puede aparecer en personas fumadoras o no fumadoras y suele detectarse más en jóvenes que en personas de edad avanzada. Estadísticamente representa entre el 85% y 90% de los tumores malignos alojados en los pulmones. Cuenta, además, con subgrupos, que dependiendo a cuál corresponda, la cirugía da buenos resultados. A esto se conoce como lobectomía (extirpación de la parte afectada) para evitar que se propague a otras partes del organismo. Muchas veces, el tratamiento quirúrgico se realiza luego de sesiones de quimioterapia o radioterapia, dependiendo del cuadro general del paciente.

Para tener en cuenta

Los síntomas comúnmente aparecen cuando ya hay un avance del cáncer. Por ejemplo, tos importante y de las que no se van con remedios, incluso puede presentarse con sangrado. A esto se suma dolor en el pecho, pérdida de peso, dolores de cabeza y huesos en general y ronquera persistente. Suele haber casos con derrame pleural (líquido en el tórax).

Cuando hay metástasis, provoca náuseas, dolores de cabeza y otras sintomatologías según el órgano que se afectó. Por lo general, cuando se presenta este cuadro tan generalizado, es difícil que sea curable. Se pueden aplicar tratamientos para el dolor y para vivir más tiempo, nada más.

Prevención del cancer de pulmón, algo clave.

Las recomendaciones son para cualquier cáncer, es decir que se deben ingerir mayormente frutas y verduras, hacer ejercicios físicos al menos tres veces por semana, realizarse controles de rutinas, sobre todo los que cuentan con antecedentes de la enfermedad. También hay que evitar la exposición pasiva del humo del cigarrillo, ante todo cuando se está en lugares cerrados. Y una recomendación no menor es eludir los lugares y espacios con alta contaminación ambiental. Muchas veces las ciudades son grandes generadoras de gases tóxicos.